
Según cuenta la historia, al parece el descubridor de estas espumas metálicas se lo debemos a Benjamin Sosnik en sus propuestas del año 1943, pero la tecnología de esa época no era suficiente para crearlas de manera industrial. Hoy en día a mejorado el proceso de creación, pero sigue en desarrollo y revisión de la idea por lo que todavía no vemos el fuerte impacto en el mercado.
Resultado
Cuando la investigación se complete, tendremos estos materiales futuristas circulando entre nuestras obras de arquitectura. ¿Que nos depara para el futuro en cuanto a tecnología constructiva? las tecnologías tradicionales ¿desapareceran? ¿o deberán coexistir? ¿nuevas tecnología nuevos paradigmas? sin duda alguna, el tiempo nos dirá.




