miércoles, 21 de noviembre de 2012

Hormigón Autolimpiante para la iglesia

La nueva iglesia del arquitecto Rafael Moneo en Donostia-San Sebastián, consagrada el 14 de mayo, mantiene sus paredes completamente blancas y limpias un año después de su construcción, gracias Tx Aria®, una innovadora aplicación de mortero basada en la tecnología Tx Active®, patentada por FYM-Cementos Rezola, empresa del grupo Italcementi, para combatir el problema de la contaminación en las ciudades.

La nueva iglesia de Riberas de Loiola, de color blanco tanto interior como exteriormente, constituye un ejemplo de construcción sobria y minimalista que  recuerda las construcciones racionalistas de Donostia-San Sebastián, como el edificio del Club Náutico o el bloque de la Equitativa.

El revestimiento de fachada final está constituido por un mortero, CAPAFINA TX Aria® blanco, aplicado sobre unos 10.500 metros cuadrados de paramentos exteriores e interiores con prestaciones excepcionales; será autolimpiante y descontaminante, permitiendo reducir el nivel de polución en los  alrededores del barrio Riberas de Loiola.

TX Active® es una marca registrada que indica la presencia del principio activo fotocatalítico en los materiales realizados con los cementos TX® de FYM-Cementos Rezola.

Prestaciones autolimpiantes y descontaminantes

Tx Active® es un principio fotocatalítico presente en los cementos TX® y que, utilizados como conglomerante en productos y soluciones base cemento, tiene la capacidad de reducir el nivel de sustancias contaminantes, orgánicas e inorgánicas, presentes en el aire, además de contar con propiedades autolimpiantes, aportando a la construcción una nueva dimensión, como es la capacidad de descontaminación de las superficies exteriores de los edificios o de los pavimentos. Así, Tx Active® hace posible, a semejanza de las plantas, el uso de la energía de la luz para descomponer, mediante la oxidación, sustancias presentes en la atmósfera: óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles, óxido de carbono y óxido de azufre, partículas finas, etc.

Por otro lado, las investigaciones han demostrado que el Tx Active® también produce la degradación del material orgánico e inorgánico depositado sobre la superficie de hormigones y morteros. Esto hace posible mantener el aspecto original de las edificaciones, incluso tras una exposición prolongada al entorno, conservando así las condiciones estéticas iniciales, mediante su efecto “autolimpiante”.

El uso de soluciones constructivas basadas en Cementos TX® ha sido probado tanto en edificios, como en pavimentos, en el ámbito internacionl, como la mundialmente conocida Basílica “Dives in Misericordia” en Roma (Italia) o la pavimentacón de Via Borgo Palazzo en Bérgamo (Italia), en España ya ha sido utilizada con éxito en el edifico que acoge el Polo de innovación audiovisual en Donostia- San Sebastián y la plaza de Mislata en Valencia.

FYM-Cementos Rezola entiende que conservación del medio ambiente es un derecho y un deber de la generación actual. Hoy ningún proyecto arquitectónico debería imaginarse sin reducir o mejorar el impacto ambiental en su entorno. Por ello, la sostenibilidad en el diseño arquitectónico no es una opción, sino una obligación de todo proyectista.

El uso de morteros u hormigones  con cementos TX® que incorporan TX Active® es un avance inevitable en el desarrollo de una nuevo arquitectura sostenible.

fuente: www.fym.es

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Hormigón sin agua para construir en la luna

Ante la “inminente” base lunar planeada por la Nasa en 2020, uno de los mayores retos es el elevadísimo coste que supone transportar cosas hasta allí, de hecho, calculan que transportar un kilo de material hasta la luna costaría entre 50.000 y 100.000 dólares. Este ha sido el motor para que dos ingenieros estadounidenses de la Universidad de Alabama en Huntsville, hayan ideado un modo de fabricar hormigón sin agua, que sería el modo de hacer construcciones a un precio mucho más razonable.

Para lograrlo, se utilizaría polvo lunar mezclándolo con sulfuro purificado y someterlo a calor, que también abunda en la Luna. El resultado obtenido en los experimentos realizados es un hormigón que consigue su máxima resistencia en apenas una hora, esto es sorprendente, teniendo en cuenta que el que usamos habitualmente tarda entre siete y veintiocho días en alcanzarla.

“Queremos que el sulfuro esté en estado líquido o semilíquido para que pueda ligar, lo que cual requiere que esté a entre 130 y 140 º C”, aseguraron los científicos en New Scientist. Una vez enfriado, lo que se obtiene es un hormigón tan duro como una roca. “En una hora, más o menos, el hormigón alcanza la máxima resistencia”, concluyeron.

Gracias a este avance, el coste energético para elaborar su hormigón sería menor que el coste de transportar materiales a la Luna pero aun queda el gran reto, idear la mejor manera de extraer el sulfuro lunar.

fuente: www.novaciencia.com

lunes, 5 de noviembre de 2012

Bacterias que reparan el hormigón




Imaginen ustedes, edificios que nunca necesitaren ser reparados por fisuras o grietas, calles y avenidas que retapen sus propios “eventos” y aceras que se se recuperan después de pandeos y rupturas. ¿Mundo de la Fantasía? Casi. Una bacteria inteligente podría marcar el comienzo de todos estos fenómenos, ayudando a sellar el concreto por sus propios medios después de sufrir algunos de los deterioros reseñados.
Investigadores de la Universidad de Newcastle en el Reino Unido han creado un microbio modificado genéticamente, bautizado BacillaFilla, derivado de la bacteria Bacillus subtilis, que ha sido ajustado para bucear en las grietas de concreto, secretando una mezcla de bacterias “cola” y carbonato de calcio. Estas secreciones permiten aglutinar las grietas en el concreto, de características tales que lo hacen tan fuerte como la masa original. Debido a que las nuevas cuentas en la producción de hormigón, lo sindican como responsable del 5% de las emisiones de CO2, el descubrimiento inglés da pié para prolongar la vida útil de las estructuras existentes de este material para reducir significativamente el costo ambiental de la construcción. El hormigón auto reparable por bacterias será especialmente útil en lugares donde los terremotos son comunes, con daños en las estructuras que históricamente han demostrado ser de reparación lenta, compleja y de alto costo. Adicionalmente, en lugar de demoler, los edificios así recuperados podrán seguir utilizándose. Cabe agregar que estas bacterias, usadas sólo para reparar grietas estructurales, nunca producirán daño fuera de ese contexto pues, de salir de la masa de hormigón, se autodestruyes, eliminando de esta forma, cualquier riesgo para el entorno.

fuente: www.mundodelaconstruccion.cl